El Poder de los Memes
Seamos sinceros, nadie quiere ver publicidad invasiva en su feed. Los millennials y la generación Z son muy reacios a la publicidad. Pueden oler la promoción a kilómetros de distancia. Por eso, el marketing de memes puede ser extremadamente eficiente. El marketing de memes va mucho más allá que solo mostrar un producto. A través de este interesante formato, las marcas generan valor con sus con contenidos y conectan emocionalmente con sus audiencias a través de alguna situación en común con la cual las personas se sientan identificadas y los haga interactuar, según Forbes.
Trabajamos constantemente con grandes marcas como Adidas, Coca-Cola, Disney, Uber, Amazon, McDonald's, Netflix y muchas más para ayudarlos a comercializar sus productos y servicios de forma entretenida y diferente a través de nuestro canal de Instagram con 3.8 millones de seguidores.
Alto Engagement
Según un estudio, el millennial medio mira entre 20 y 30 memes cada día y, en comparación con los gráficos de marketing habituales, los memes tienen un alcance 10 veces mayor, con un 60% de engagement orgánico. En la era digital, no hay mejor manera de atraer a los clientes potenciales y aumentar la exposición que a través del humor basado en memes.
Viralidad
Los memes son el formato de contenido más viral del Internet. Puedes conectar con millones de personas, a través de estos significados compartidos que hacen que la gente se sienta especial e identificada. Los memes crean una conexión emocional entre la gente y la capacidad de ser compartido entre millones de personas lo hacen uno de los formatos más usados para compartir ideas en la era del internet.
Eficiencia
Este curioso formato de comunicación se ha convertido en uno de los lenguajes más usados entre la gente por su facilidad de explicar ideas, situaciones e incluso conceptos complejos de una forma muy sencilla. Hoy en día, la atención de la gente se ha venido reduciendo por los tipos de contenido que se consumen a diario. Y los memes son capaces de transmitir una idea muy específica con muy pocas palabras y una fotografía o un vídeo sin que la gente tenga que leer párrafos de texto. Al final, todo se reduce a la eficacia del lenguaje y la economía de la comunicación.